A las siete de la mañana se abren las puertas de la Escuela Preparatoria Oficial Núm. 128 “Gral. Francisco Villa”. Entramos a nuestro salón, maestros y alumnos tomamos nuestros lugares en este lugar para seguir aprendiendo y enseñando en espiral interminable….
Pero, te habrás preguntado alguna
vez: ¿cómo surgió la nuestra escuela? ¿Qué motivó su surgimiento? ¿Hace cuánto
tiempo?
Es muy complicado resumir en
pocas palabras 25 años de existencia de esta escuela. Sí… 25 años aunque no lo
creas! Este año 2019, en agosto, cumplirá 25 años de haber abierto el camino
para construir un reto por la educación en la Zona de la Cañada.
Te contaré: En el año 1988 surgió
en esta zona un grupo de personas que se interesaron por trabajar con la gente
de estas comunidades y mejorar las condiciones de vida por lo que constituyeron
la Organización Independiente de Colonos
de la Cañada” Pero, ¿por dónde empezar? Primero, fue necesario entender
que las carencias en las comunidades se resolverían a través de un proceso
organizado y que los habitantes eran los
únicos que podrían hacer algo para mejorar el contexto de las comunidades.
Cuando se hablaba de “mejorar las condiciones de vida” se referían a introducir
servicios públicos y educativos pero también a construir otra manera de
relacionarnos como seres humanos en la sociedad. Y esa “otra manera de
relacionarnos” implicaba mirarnos en colectivo, implicaba unir esfuerzos para
transformar nuestro entorno y poco a poco construir el bien-estar.
Con esta mirada se forjó la lucha
organizada y se consiguió la red de agua potable, la pavimentación, el
alumbrado público, el drenaje, la Escuela de Educación para los adultos
“Cuauhcoatl-Calli”, el jardín de Niños “José Martí” y la Escuela Preparatoria
“Gral. Francisco Villa”.
Me detendré un poco más a
contarles la historia de nuestra Preparatoria “Gral. Francisco Villa”. Empezó a trabajar en agosto del
año 1994 en una casa prestada que estaba ubicada en la colonia Teja Bordos. No
tenía bancas, ni pizarrones, ni puertas, ni terreno, ni salones. Pero tenía lo
más valioso: los seres humanos, maestros y alumnos que juntaron su
confianza, su trabajo, sus sueños para
ver nacer una escuela. La primera en el nivel medio superior que surgió en esta vasta zona de la Cañada a iniciativa de
los habitantes de estas colonias integrados con el esfuerzo organizativo que en
ese tiempo se llamó Concejo Popular del Norte.
No había clave que reconociera
los estudios de los jóvenes que ahí acudían, ni pago para los profesores. Pero la lucha y la esperanza continuó. Al mismo tiempo en que los jóvenes estudiaban
en aulas prefabricadas, se realizaban marchas, mítines, se tuvieron citas con
autoridades hasta que en el año 1996 se obtuvo una clave REVOE que antecedió a
la clave oficial que hoy tiene la escuela. La diferencia entre amblas claves
implica, sobre todo, el origen del financiamiento para realizar el trabajo
académico y educativo. Con la clave REVOE son los padres de familia quienes
aportaban semana a semana una cuota mínima solamente para los pasajes de los
maestros y algunos materiales didácticos o mobiliario. Con la clave oficial, el
gobierno es quien paga a los maestros y está obligado a construir o dotar de
todo lo necesario en mobiliario para su funcionamiento. Aunque en la historia
de la escuela, hemos tenido que obligar al Gobierno a que así suceda.
Sigamos con la historia: a
finales del año 1996 una ejidataria de San Pedro Xalostoc, prometió que donaría
a la escuela un predio que está junto a la secundaria Francisco González
Bocanegra, mejor conocida como “Cartolandia”, ubicada en la colonia Tablas del
Pozo. Pero, el entonces Presidente
Municipal Jorge Torres Rodríguez en lugar de apoyar el trabajo de la escuela,
mandó a todo su regimiento policiaco y maquinaria pesada a destruir las aulas
improvisadas hechas de láminas de cartón y madera. ¡Destruyó las bancas que se
habían conseguido, los pizarrones, todo se lo llevaron en camiones de volteo!
Aunque, pensándolo bien no, no se llevaron todo. Quedó la indignación por la
injusticia sufrida e hizo posible que los deseos de construir una escuela se
impusiera a la barbarie ignorante del entonces Presidente Municipal!
Después de este atropello se
tomaron clases en la banqueta de las casa de enfrente de Doña Pilar, vecina
solidaria que acompañó el proceso de resistencia. La banqueta se convirtió en mesabanco y la
pared con un hule amarillo, en pizarrón. Muchos alumnos se fueron y algunos
maestros también. Fue gracias a esos poquitos que se quedaron maestros y
alumnos rebeldes, indignados que levantaron la voz y no claudicaron, que fue posible la continuidad de la vida de
la escuela.
Estos acontecimientos que relato sucedieron
a mediados de enero de 1997, hasta que la organización fraterna Acamapichtli nos prestó
su predio pequeñito en la colonia El Mirador. Ellos trabajaban en la mañana en
el preescolar y en las tardes se ocupaba el espacio para la preparatoria.
Siguió el trabajo de los académicos en las aulas otra vez construidas de
láminas de cartón y madera. Siguió la denuncia pública, la exigencia de tener
un terreno para edificar las aulas, recursos para pagar a los maestros y nada.
Sólo la rebeldía hablaba y se fortalecía. Sin embargo, en septiembre del año
1997 fue preso el maestro Héctor Arenas Sánchez uno de los fundadores de la
escuela y líder de la Organización. El mismo presidente municipal que ordenó el
desalojo, encarceló al maestro que sólo llevaba la voz de todos exigiendo servicios públicos y mejores
condiciones de trabajo para la Preparatoria “Gral. Francisco Villa”.
Es en estos momentos cuando se
prioriza la salida de la cárcel del compañero maestro. Fueron meses de lucha.
Hasta que finalmente salió en libertad. Otra vez es la rabia ante la
injusticia, la que fortalece la convicción de todos a continuar. Y no solos
como organización sino que otras organizaciones sociales de nuestro municipio,
del Estado de México y de otros estados de la República quienes acompañan
nuestras demandas. Con el compañero libre, se reorienta la lucha otra vez para
continuar la exigencia de tener la clave oficial y el terreno para la
Preparatoria.
Los alumnos y maestros rebeldes
siguieron saliendo a las calles para continuar la exigencia hasta obtener la
clave oficial, que se obtuvo en agosto del 2003, el terreno y la construcción
de las instalaciones de la escuela.
Por fin, una tarde soleada del
año 2007 entramos triunfantes a nuestro terreno cargando una manta como
estandarte que decía: ¡LO LOGRAMOS! Sonrientes y con ánimos para seguir el camino!
Seguimos construyendo la escuela, pero no solo eso sino que ¡seguimos
construyendo escuela!
EJES DE TRABAJO EDUCATIVO Y SOCIAL:
EJES DE TRABAJO EDUCATIVO Y SOCIAL:
Entramos y aquí estamos forjando un futuro
intentando transformar nuestro contexto que avasalla a la colectividad, al
nosotros con la definición de ejes de trabajo que guíen nuestro camino, no solo
educativo, sino nuestra manera de conducirnos en la vida, en la sociedad.
La tarea de La Escuela
Preparatoria oficial Núm. 128 “Gral. Francisco Villa” desde su fundación, ha
sido y es, intentar transformar nuestro entorno cercano, nuestro mundo próximo
a través de:
a) Forjar el conocimiento con una
mirada crítica y emancipadora, que posibilite la transformación social.
b) Mirarnos en colectividad tratando
de que el yo en solitario se construye y se transforma con los otros.
c) Es de vital importancia la
construcción de relaciones humanas con sentido ético, con valores como la
solidaridad, el respeto, la escucha, la inclusión, relaciones libres de
violencia.
d) Para permanecer en la Tierra nuestro planta, como humanidad es
imprescindible garantizar su vida sana en agua, aire, tierra, subsuelo a través
de acciones cotidianas. La ecología es un eje importante de preservación de la
vida.
¿PORQUE PONERLE EL NOMBRE DE FRANCISCO VILLA A LA PREPARATORIA?
Francisco Villa en realidad se llamaba Doroteo Arango. Tuvo la necesidad de cambiar su nombre al convertirse en forajido, cuando asesinó al atacante de una de sus hermanas.
Al morir su padre, siendo muy
niño, tuvo como herencia la responsabilidad de cuidar a su familia. Trabajó muy
duro desde pequeño en el campo y nunca fue a la escuela. Aprendió a leer y
escribir estando preso.
En su andar como forajido conoció
el territorio del norte del país y sus conocimientos como guerrillero.
Experiencia que lo convirtió en uno de los Generales de la Revolución Mexicana. Era el héroe representativo de la revolución
campesina donde exigió al entonces Francisco I madero la distribución inmediata,
al asumir la presidencia de la República, de las tierras a los campesinos junto
con el General Emiliano Zapata. Los proyectos de Villa fueron principalmente la
apertura de escuelas (sólo en el Estado de Chihuahua fundó más de cincuenta) y
que los guerrilleros pudieran trabajar sus tierras.
Tuvo la osadía de invadir la
ciudad de Columbus, Estados Unidos, tratando de demostrar que el entonces
presidente mexicano Venustiano Carranza no controlaba el país y que el gobierno
estadounidense lo desconociera, pues consideraba que había traicionado los
preceptos revolucionarios.
Con este personaje nos podemos
reconocer en nuestro origen en el pueblo, la indignación y la lucha contra las
injusticias y los objetivos de mejorar las condiciones de vida de la gente
pobre que históricamente solo ha sido utilizada por los que tienen el control político y social de
nuestro México. Este es el origen del
nombre de nuestra escuela preparatoria.
Vale decir que la biblioteca de la escuela se llama Emiliano Zapata.
EL ESCUDO DE LA ESCUELA:
EL ESCUDO DE LA ESCUELA:
Integra el escudo de la Preparatoria el conocimiento, representado por el libro que se encuentra a la derecha del rostro del General Francisco Villa. Lucha, conocimiento, trabajo, transformación. Mirada para seguir construyendo futuro.
El escudo fue realizado por el
ex-alumno Alfonso López Tovar, ganador de la convocatoria que se realizó en el
año 2006. Plasmó en el escudo los elementos históricos, sociales, de lucha
política y social que ha identificado nuestro origen de resistencia y
transformación social.
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